La ablación tumoral es un procedimiento mínimamente invasivo utilizado para tratar tumores de hígado, pulmón, riñón, hueso y columna vertebral. Durante una ablación por microondas, alcohol, radiofrecuencia o crioablación, un médico especialista en imagen utiliza un escáner de TC (una versión de alta tecnología de los rayos X) para localizar con precisión un tumor y, a continuación, guía una sonda especializada con forma de aguja hacia él. A través de esta sonda se envían microondas, alcohol, ondas de radio o un agente congelador que calienta, congela o mata de otra manera el tumor.
¿Cuáles son las ventajas de la ablación por microondas?
Algunas de las ventajas de la ablación tumoral por microondas son:
- Guiada por TAC o ecografía para una mayor precisión.
- Más rápida, lo que acorta el tiempo de anestesia.
- Capacidad para tratar tumores de gran tamaño, así como tumores de tan sólo 2 milímetros.
- Menos sondas de menor tamaño, lo que conlleva menos complicaciones.
- Dirige simultáneamente hasta tres tumores con control independiente de cada sonda.
- La ampliación de la zona de tratamiento permite tratar con microondas los tumores cercanos a las principales arterias y venas.
- Menores tasas de recidiva.
- Sondas renales y óseas especialmente diseñadas.
- Primera sonda pulmonar aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.
- Riesgo mínimo para el paciente.
- Por lo general, poco o ningún dolor.
- Breve estancia en el hospital.
- El procedimiento puede repetirse si aparece un nuevo cáncer.
Recomendaciones antes de realizar este procedimiento
- Pasará la noche en el hospital, así que lleva todo lo que vayas a necesitar durante ese tiempo.
- Luego del procedimiento no vas a poder conducir, por lo que debes asegurarte de tener a alguien que te recoja.
- No debe comer nada después de la medianoche de la noche anterior a la intervención. Puede tomar sus medicamentos rutinarios de la mañana (excepto los anticoagulantes) con un sorbo de agua.
- Probable tu médico te solicite una lista de medicamentos que consumes habitualmente. Esto para determinar si no interfiere con el tratamiento.
Durante la ablación
- En el momento oportuno, se le trasladará a la sala de tomografía computarizada intervencionista, donde le recibirán la enfermera de radiología, el tecnólogo, el médico especialista en imágenes intervencionistas y el anestesista.
- El médico de imagen le explicará de nuevo el procedimiento, incluyendo los riesgos y beneficios, y responderá a cualquier pregunta que pueda tener. A continuación, se le pedirá que firme un formulario dando su consentimiento informado para el procedimiento.
- Si no se le ha puesto una vía, el anestesista se la pondrá y le hablará de los medicamentos que se utilizarán para controlar el dolor y adormecerle durante el procedimiento (un estado conocido como «sueño crepuscular»). Lo más probable es que los medicamentos que se le administren le impidan recordar nada del procedimiento, y el dolor será controlado.
- Se le colocará en la mesa de tomografía computarizada y se le posicionará según la zona de su cuerpo que se vaya a tratar. Se le pondrá lo más cómodo posible.
- Los dispositivos de monitorización controlarán su presión arterial, su ritmo cardíaco, su respiración y la cantidad de oxígeno en su sangre durante el procedimiento.
- Es posible que sienta alguna molestia durante la inserción de la sonda de ablación. No sentirá dolor una vez que la sonda esté colocada y no sentirá calor durante el procedimiento.
- El procedimiento, desde el momento en que llega al departamento de imágenes (sala de tomografía) hasta que regresa a la Unidad de Observación, dura aproximadamente dos horas. El calentamiento real del tumor sólo durará entre 12 y 16 minutos. La mayor parte del tiempo se emplea en colocar con precisión la sonda en la zona correcta para destruir el tumor.
Después del procedimiento
- Se le hará otra tomografía computarizada mientras está en la sala de procedimientos para evaluar el área que fue ablacionada.
- A continuación se le llevará de nuevo a la unidad de observación, donde pasará la noche.
- Le visitarán el médico especialista en imágenes de intervención y la enfermera, que comprobarán si hay alguna complicación y se asegurarán de que está cómodo. Es posible que le saquen sangre después del procedimiento, radiografías o ambas cosas.
- Antes del alta, la enfermera concertará citas de seguimiento y le dará instrucciones para su recuperación. Recuerde: necesitará que alguien le lleve a casa desde el hospital.